[...] tan difícil de explicar, de comprender.
¿Cómo pudo siempre estar allí y jamás haberlo visto?
¿Cómo pude haber ignorado tantas señales?
Meses, llevas meses... casi un año dentro de mí y recién te manifiestas.
Aún ahora lo dudo y me cuestiono, pero es así.
Ya no puedo negarlo más.
Has entrado de una manera paciente y extraña a mi vida,
y yo sé, sé que es imposible. Por eso jamás te lo diré.
Quedará en mí, callaré y seguiré haciéndolo en silencio, como he venido haciéndolo todo este tiempo.
Prefiero seguir así: en silencio, observando, cuidándote, apoyándote, escuchándote, queriéndote, porque sé que así estaré siempre contigo y no me arriesgaré a perderte.
Te quiero y de una manera distinta.
Te quiero bien, te quiero feliz, te quiero cerca,
te quiero para siempre, te quiero de una manera inexplicable.
Te quiero y estoy completamente segura de ello ahora,
te voy a querer siempre.